El panorama laboral y económico de España está experimentando cambios importantes, según los últimos datos proporcionados por el Banco de España. La remuneración promedio de los trabajadores de empresas españolas ha visto un aumento sustancial en los primeros meses de este año, al experimentar un crecimiento del 5.9% en comparación con el mismo período del año pasado. Este aumento es significativo, superando la inflación promedio y contrastando enormemente con el aumento más modesto del 2.8% registrado el año pasado.
Este alentador aumento en la remuneración está vinculado a una mejora significativa en la facturación y los resultados del tejido empresarial español. Este crecimiento económico está comenzando a traducirse en mejores salarios para los trabajadores, lo que a su vez tiene un impacto en la economía general al aumentar el poder adquisitivo de la población.
No obstante, a medida que los salarios aumentan, la tasa de contratación de nuevos trabajadores por parte de las empresas se ha desacelerado. El año pasado, las plantillas de las empresas examinadas por el Banco de España experimentaron un crecimiento del 3.7%. Este año, la tasa de crecimiento ha sido mucho más moderada, con un aumento del 2.2%. Este cambio puede atribuirse a una serie de factores, incluyendo una creciente escasez de trabajadores calificados.
Los resultados empresariales también han mejorado, con un aumento del 68% en los beneficios ordinarios de las empresas en el primer trimestre del año. Este crecimiento se ha producido a pesar de la estabilización de la cifra de negocios y de que un 45% de las empresas registraron una disminución en sus beneficios. Según el Banco de España, esta disparidad en la evolución de los beneficios empresariales es un fenómeno desigual, que varía en función del sector al que pertenezca la empresa.
Los sectores que se han destacado en términos de resultados ordinarios son el energético y el tecnológico y de telecomunicaciones. Mientras que los demás sectores han experimentado un crecimiento más contenido. Aunque la rentabilidad de las empresas ha sido sólida, no ha logrado alcanzar los niveles que se vieron en 2018. No obstante, sí ha habido una recuperación de los efectos de la pandemia.
En particular, el sector energético ha visto un aumento significativo en la rentabilidad, con un crecimiento del 6.9% en comparación con el 2.3% del mismo período del año pasado. El sector de información y comunicaciones también ha visto un crecimiento impresionante, con un aumento del 5.9% al 9% en el mismo período.
Sin embargo, a pesar de estos signos alentadores, no todo es positivo. La rentabilidad de las empresas, descontando el costo de la financiación recibida, se ha reducido al 1.4%. Este fenómeno ocurre en un momento en el que, según el Banco de España, el impacto completo del aumento de los tipos de interés en los costos financieros de las empresas aún no se ha trasladado por completo. Los costos laborales de las empresas también han aumentado, con un crecimiento del 8.9% durante el primer trimestre del año, atribuible tanto a los aumentos salariales como a las cotizaciones más altas.